Organiza el Círculo Podemos Carabanchel Latina de Madrid - Contacta con nosotros: certamenpodemos@gmail.com - PODEMOS.INFO

domingo, 21 de septiembre de 2014

Edición 2014 - Sin título, por Jose María de la Mata

Paloma, presa de una trampa. Pobre de ella, que su sueño fue volar y seguir volando. Valles, montañas, pastos, vegas, nubes, cielo...poder volar y volar era su único sueño, más cuando atrapada se veía.
Pero la pobre paloma, angustiada ella, su sueño no pudo cumplir. Temía no poder volar. No poder picotear es lo que sentía. Vivía un no poder vivir.
Escapar fue su deseo. Pero morir era su lamento.
Presentía una muerte lenta y dolorosa, junto el jugoso placer de saber de la vida de su entorno.
Hastía y con tiempo justo, buscó solución, y escapatoria contempló.
De volar carecía. Pero un ligero patear poseía. Pateos y sollozos amargos consiguieron que la oxidada trampa de punzantes hierros rendida se quedara. Una prisión destruida, y una libertad hallada.
Volar podía de nuevo; ver cumplía otra vez. Montes, valles, ríos y riberas, flores y pastos, contemplaba.
La paloma se resucitó la vida, y la fuente de energía comenzaba a brotar.
Flores, ríos y arroyos, pantanos y vegas, lobos y conejos, y disfrutaba de la vida que ante sus ojos se aparecía. Con trayecto pendiente, camino sin fin, hasta que su presencia fue arrollada por el buen matador. De sangre palomera, su presa halló en la dada paloma, desconociendo la cárcel que sus blanquecinas plumas destrozó.
Su frío como el hielo de su corazón invadió el espíritu de la superviviente, agotando hasta el último viento de sangre.

Y así ocurrió con la historia de otro superviviente: Africano de proveniencia, la mejor vida buscó para su familia. Buscó y luchó por una vida digna, agotando hasta el mínimo recurso que poseía. Pero mala suerte. Sus refuerzos se le agotaron. Una vida digna para su familia no pudo ofrecer.
Buscó y la buscó, hasta debajo de las rocas impuso su busca. En busca hacia un lugar mejor, hacia el país de lo que algunos se atreven a llamar "sueño español". Pero esta conspiración por el "sueño español" se vio impedida por su prisión. Como si de una presa paloma se tratase.
Cercado de hierro, de gran altura y afilados dientes, fue el calabozo de tal cazador de recursos.
Y así cientos de africanos fueron los que tal vallado quisieron evitar. Como si de una manada de gansos se tratase, de la mejor manera posible se organizaron para atravesar esta sangrante y sangrada cerca.
Muchos lo esquivaron. Otros no tuvieron la suerte de saltar tal inhumanidad.
Cientos de hombres superaron esta primera prueba. Y su felicidad llegó por la aparición de la "Avenida del sueño español".
Pero cientos de hombres no consiguieron pasar esta helada prueba, encerrados en una prisión que robó los humildes sueños de estos caballeros. Desgarrados por los congelados dientes de este duro roedor.
Sueños fugados quedaron.
Angustia impregnada en sus mentes.
Sin ayuda, sin sueños, sin recursos, sin refuerzos.
¡Pero observad a aquel valiente caballero que esquivó a la bestia de hierros! Superó la primera prueba con total cordura y humildad. Ya solo le queda superar la siguiente fase: evitar al ladrón de sueños, ladrón mandado. Pues este sensible apoderador, liderado por la araña de las mil órdenes, su trabajo se dispuso a ejecutar: el robo de los deseos. Deseos que el caballero andante por su mente pasaron, siendo ya no deseos, sino objetivos. Destinó inocentemente su vida al ciclo sin fin de los objetivos, pues el dominado ladrón destruyó el camino del africano andante, presenciando un camino eterno para unos sueños invisibles. Mientras el ejecutor ladrón retornó al caminante a su inicio desquiciador, una conspiración tras ello se ocultaba.
Otro pozo de deseos creados, pero deseos alcanzados. Un amante de la lujosa vida.
Araña de las mil órdenes, que de la trágica vida del caminante deseador se mofó. Ser desesperante que en su interior pobreza halló, y la ocultó con monedas de plata. Enriqueciéndose de la miseria de los demás, así como del caminante tratado. No supo validar la vida de este caballero; apenas supo valorar la suya, llenándola de bienes materiales y cegándose de sus problemas. Dejó de ser humano de por vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario