Miles de niños en sus casas de muñecas.
Que lloran con sus caritas de papel,
lágrimas de pálidos arco iris que se desdibujan
Dejado sobre su carita de porcelana,
Una cascada de melancolía
que va bajando lentamente por la mejilla tierna
de una infancia perdida.
En la plaza de las risas mudas,
Hay niñas que juegan a la comba
con las tripas de seda de los unicornios.
y con las espinas de los rosales,
hacen pulseras con la que adornar a sus peluches.
En su cuna los muñecos de cartón
tienen hambre de sueños,
y sus madres le dan de comer,
de las ascuas moribundas de los espartales.
En medio de un libro hay un cuento que se suicida
poniendo sobre su sien....
Una pistola con balas en blanco.
con su mano temblorosa aprieta el gatillo,
y atraviesa su inocente cráneo.
las princesas se consumieron,
como flores encerradas en sus ataúdes de cristal.
y los príncipes....
Fueron devorados por los dragones,
que escupieron sus esqueletos contra un páramo,
donde los centauros,
Calman su sed bebiendo de un pantano de lagrimas secas.
Las fantasías salvajes
perdieron cuan icaro volando contra el sol.
sus hermosas alas.
ángeles mutilados que no pueden rozar la luna,
con la punta de sus dedos
Y un ejercito de soldados fantasmas....
ejecutaron tras un monte,
a unos sueños que se sublevaron contra la realidad,
¡Fuego!. grito el capitán,
y al redoble de un tambor de fuego.
Todos estaban muertos.
Había una vez un cuento triste...
En el que no había un arco iris ,ni castillos ,ni piratas.
Tan solo:
Hambre,injusticias,y ratas.
si. muchas ratas devorando vuestras piernecitas cortas
para que no podáis correr y saltar la verja de la libertad,
en pos de un nuevo horizonte.
Había una vez un mundo gris y frío,
en el que los niños
ya hace mucho que dejaron de ser niños.
Cuando una guadaña de realidad cruel
sesgo de golpe su infancia.
Matando para siempre aquello con lo que soñaban.
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