En aquellos sueños vivir no era gratis
quizá entonces la lucha no era necesaria, sino imprescindible
Repartir el pan y los peces era el milagro
Amor clandestino bajo odio impuesto
a tumba abierta entre fosas calladas
Un jamás por destino, nada que perder
Revolución, un camino, no una elección
Hoy la tolerancia disfraza el delito
de quien tiene y quiere más
el que aclama pan muere en un silencio cruel
sólo cifras, daños colaterales de un sistema criminal
el pan y los peces hoy cotizan en bolsa
no queda quien obre el milagro de repartirlo,
pero se sigue buscando quien los multiplique
para los mismos que inventaron la fábula
el resto espera un paraíso que le proporciona a unos pocos
qué haremos cuando no haya más que perder
cuando se instaure de nuevo el odio
y al pueblo no le quede otra cosa que sus manos para luchar...
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