Nunca creí en las veleidades
de los que reprimieron a nuestros padres,
a mí.
Nunca creí en los falsos fantasmas
en los que creyeron
los que no vivieron los Tiempos Negros;
quizá ésta tierra agriada,
regada de sangre y barrotes
ya no es tierra para viejos.
Pero sé que el futuro
se hace con las lecciones del pasado,
que tenemos que aprender
de los muertos,
de las cárceles,
de los que nos dejamos la juventud
saliéndonos canas antes de tiempo
creyendo en un futuro mejor,
que nos volvimos viejos antes de tiempo
por mantener la Utopía.
Nuestras palabras creaban surcos,
nuestros versos y canciones
acababan en la DGS;
universitarios y pueblo juntos,
juntos pueblo e intelectuales...
Pero nos han vencido,
"la rica vuelve al rosal,
la pobre vuelve al portal,
y el avaro a las divisas"
Y así los que seguimos creyendo en la Utopía
nos rasgamos el alma
por todo lo que queda por construir,
por llorar,
por renegar...
por odiar,
por reconciliar.
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