Isewi era un becario de Bibliotecnología Aplicada a la Investigación de la Dispersión Postcontemporánea, metido en la investigación que dirigía el Dr. Shunuhan, un hipocentauro, en la universidad terrícola de Ny. Estaba preocupado mientras entraba en la sala de juntas, aunque puso su mejor sonrisa al entrar, la duración de una reunión es directamente proporcional al número de participantes y estaban convocados todos los becarios estables del laboratorio, unos veinte procedentes de quince planetas distintos... Sabía, antes de sentarse, que si a causa de un problema se convocan muchas reuniones, las reuniones llegarán a ser más importantes que el problema. Paciencia, se recomendó, llevaban ya diez reuniones dedicadas a la hipótesis del Dr. Shunuhan que invalidaba la Sagrada Fe Ardiente de Mortadelo y Filemón.
Shunahan lo miró sin abrir la boca, una boca poblada con hileras de dientes, mientras daba unos golpecitos sobre la mesa con su larga pipa de indio, una pipa que por supuesto no echaba humo, el tabaco estaba rigurosamente prohibido en toda la universidad.
Con el silencio el doctor Shunuhan comenzó su exposición:
"El éxito siempre tiene lugar en privado y el fracaso a la luz pública. Salvo cuando sucede en política que se aplica la ley contraria. Seguimos dónde lo dejamos, ya saben que necesitamos resultados de calidad..."
Poniendo la mayor cara de atención que le era posible, porque al llegar el último estaba colocado justo enfrente de los tres ojos del doctor Shunuhan y aunque nunca se sabe quien tiene razón, siempre se sabe quién manda. Mientras ponía en su cara una sonrisa constante,no dejaba de darle vueltas al asunto del casero y también a si acaso por su gran atención lograría del doctor que le renovasen el contrato, aunque los buenos puestos ya están ocupados, se amargó un instante.
La voz del doctor que se había desvanecido en su cabeza le volvió a la conciencia.
"...Hay humanoides o incluso aracnoides a quienes les gustan los perritos calientes y respetan las leyes y eso es debido a que no han visto como se elaboran ninguna de las dos cosas. Debo insistir en la nula importancia de Mortadelo y Filemón..."
Isewi se encontró pensando que se concedería autorización para el proyecto únicamente cuando ninguno de los que lo autorizan pueda ser culpado si el proyecto fracasa, pero todos se lo puedan atribuir si resulta un éxito.
Estaba dándole vueltas a la realidad universitaria en la que, cuanto más alto sea el nivel de prestigio que un plan proporcionará a las personas que lo han ideado, menor será la posibilidad de abandonarlo. Pero esta verdad poco le servía. La exposición preliminar estaba terminando y la petición de sugerencias estaba al caer. Alzó las dos manos y habló:
"En nuestra investigación sobre M y F, el trabajo de oficina aumenta a medida que usted pase cada vez más tiempo redactando informes sobre lo que hace. Por lo tanto necesita un becario que documente constantemente su investigación, también le hará falta un becario adjunto a cada becario investigador para que documente su investigación. Y también hará falta una reunión previa a cada reunión a fin de preparar la reunión de investigación."
Se quedó sin aliento. Expectante.
La pipa del indio pasó por cada una de las cuatro manos del doctor Shunuhan, se acarició la cresta coriácea de la cabeza, empezó a enseñar sus dientes entre el horror de los presentes y advirtiéndolo dejo de sonreír. Sus ojos sin pestañas recorrieron todos los rostros de la reunión.
"Un buen plan hoy es mejor que un buen plan mañana, becario Isewi, su excelente idea de duplicar los becarios de la investigación queda aprobada por mi parte, veremos lo que dicen los que nos financian"
La alegría inundó a los presentes. Ah, pero no se vayan lectores, las mejores decisiones pueden encontrar un pero y en este caso el pero es que un grupo de seguidores de la Sagrada Fe Ardiente de Mortadelo y Filemón había logrado entrar en la universidad tras romper la resistencia de los guardias de seguridad. Y es conocido en todo el universo que estudiar o interpretar la Sagrada Fe Ardiente fuera del planeta Mortafi tiene un único castigo, el caldero láser de pez hirviente
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